La OMS advierte de la “epidemia de obesidad” a la situación actual generada por los malos hábitos alimenticiosEn la actualidad, debido a los malos hábitos dietéticos, la frecuencia de pacientes con obesidad o sobrepeso aumenta día a día. Esta enfermedad crónica trae consigo una serie de consecuencias realmente perjudiciales para el ser humano. Aparte de los riesgos físicos que existen, entre otros una vejez y muerte prematura, también los hay del tipo social y psicológico.
A nivel mundial, en cuanto a datos y cifras, la obesidad casi se ha triplicado desde el año 1975. Además, la población masculina que tiene sobrepeso alcanzó el 10,8%, mientras que las mujeres cuentan con un 14,9%. Asimismo, en un ranking mundial de los países con mayor tasa de obesidad realizado por BBC News, encabeza la lista la potencia global Estados Unidos, con una tasa del 38,2% de personas mayores de 15 años.
México ocupa el segundo lugar, seguido de Nueva Zelanda y Hungría. Las previsiones para el año 2030 apuntan que España e Inglaterra estarán en este ranking. Por tanto, debemos cambiar con urgencia nuestra rutina y hábitos alimenticios, sobre todo en los más pequeños ya que son los más vulnerables a ser influenciados por esta sociedad obesogénica.
En nuestro país, la tasa de obesidad en los últimos 20 años se ha duplicado. Se estima que un 53% de la población adulta está por encima de su peso. Según las encuestas, un 80% de la gente obesa no reconoce que lo son. De hecho, ocupamos el segundo puesto en la UE sólo por detrás de Reino Unido. Según un estudio de la OMS, un 40% de los menores tienen sobrepeso u obesidad.
“Enfermedad, no estética”. Así definía Francisco Tinahones, presidente de SEEDO, la importancia de tratar la obesidad como una enfermedad y no como un problema meramente estético. De hecho, destaca la importancia con la que los pacientes se toman este problema. La mayoría de ellos pasan del asunto, sin importarles los riesgos y consecuencias. Otros, en cambio, lo afrontan con la seriedad que lo requieren y consiguen “curarse”.
Por otra parte y por si no fuera suficiente, los niños con obesidad se enfrentan a otros retos al margen de intentar adelgazar. La mayoría de ellos suelen ser objeto de burla en el colegio o instituto. Con el paso del tiempo, esta situación puede hacer que los niños tengan problemas psicológicos y emocionales, hasta tal punto de no ir a clase y sentirse solos o aislados. En el caso de que sigan yendo, la mayoría dejan de participar en actividades físicas del colegio ya que, se sienten vulnerables por ser objeto de burla.